Convulsiones y Epilepsia

Convulsiones y Epilepsia

Asesora ante el Consejo del Control de Calorías

La declaración de que el aspartamo se asocia a un mayor riesgo de epilepsia se basa en informes anecdóticos de personas que casualmente tuvieron su primera convulsión poco después de consumir un alimento o una bebida que contenía aspartamo. Esto no es evidencia de causación, sino una relación temporal entre el consumo generalizado de aspartamo y la prevalencia de epilepsia. La epileptogénesis puede ser provocada por una variedad de factores, que incluyen estrés, hidratación, cambios en la osmolaridad plasmática y metabolitos tóxicos por sobrecarga hepática o renal. La sola administración de grandes dosis de agua puede predisponer a una persona a tener convulsiones. Cuando se malinterpreta la causa de un episodio convulsivo o de la epilepsia, y se comparte por Internet que es el aspartamo y se dan consejos inapropiados sobre cómo evitarlos, se pone en riesgo a las personas afectadas si no buscan atención médica.

Los estudios dicen: “Que no”
La Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (U.S. Food and Drug Administration, FDA) monitorea las declaraciones sobre el aspartamo realizadas por consumidores y profesionales de salud, como parte de su Sistema de Monitoreo de Reacciones Adversas (Adverse Reaction Monitoring System (ARMS). Según Toffleson (1993), este es un sistema de vigilancia pasivo que se basa esencialmente en informes iniciados por el consumidor y no se puede considerar representativo de la población entera. Al menos el 50 % de los casos de convulsiones epilépticas informadas a la base de datos ARMS no tenía relación con el aspartamo y, las pruebas de exposición, entre quienes informaron una asociación, no respaldaron tales declaraciones. Las aseveraciones de la posible epileptogénesis del aspartamo por una acumulación de fenilalanina en el cerebro se puede probar solamente mediante estudios científicos controlados y, hasta la fecha, no se ha confirmado esta causalidad. Los estudios dicen: “Que no”.

En una revisión de estudios realizada por Butchko et ál. sobre los efectos de la fenilalanina y el aspartamo en nueve modelos de convulsiones, que variaban desde modelos químicos hasta modelos genéticos con roedores y primates, se halló que las dosis a niveles inferiores a 1,000 mg/kg no tenían efecto en la susceptibilidad a las convulsiones en los animales. Esta dosis es el equivalente a un bolo oral de 18 latas de gaseosa dietética edulcorada con aspartamo en un hombre de 70 kg. Los resultados de las dosis a niveles de 1,000 mg/kg de aspartamo fueron incongruentes entre laboratorios, diferentes modelos de convulsiones y animales, y no mostraron ningún efecto o un efecto proconvulsivo. Los datos provenientes de estas dosis excesivas de aspartamo en bolo en roedores no indican un riesgo relevante para las personas dado que no es posible que una persona ingiera oralmente cantidades suficientes de ningún alimento o bebida que contenga aspartamo para alcanzar una dosis equivalente o para elevar las concentraciones plasmáticas de fenilalanina a niveles comparables.

Los consumidores que creen que podrían haber sufrido convulsiones o inicio de epilepsia en relación con el aspartamo pueden ser remitidos a esta declaración del Instituto de la Epilepsia, publicada en el Registro del Congreso, el 20 de junio de 1986:

“Como organización dedicada a las personas con problemas relacionados con las convulsiones, nosotros, [en] el Instituto de la Epilepsia, hemos evaluado la evidencia científica corriente y hallando que el aspartamo es seguro para las personas con epilepsia… los miembros de la Junta Asesora Profesional del Instituto de la Epilepsia hemos analizado la actividad convulsiva de nuestros pacientes, muchos de los cuales consumen aspartamo regularmente, y no hemos observado ningún cambio en los últimos tres años”.

Referencias Ciatadas

Butchko HH, et al. Aspartame: Review of Safety. Regul Toxicol Pharmacol. 2002;35(2 Pt 2):S1-93 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12180494

Goldberg EM and Coulter DA. Mechanisms of epileptogenesis: a convergence on neural circuit dysfunction. Nat Rev Neurosci. 2013 May; 14(5): 337–349. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3982383/.

Sze PY. Pharmacological effects of phenylalanine on seizure susceptibility: an overview. Neurochem Res. 1989;14(2):103-111 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2657469

Tollefson L. Multiple chemical sensitivity: controlled scientific studies as proof of causationRegul Toxicol Pharmacol. 1993 Aug;18(1):32-43 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8234917

U.S. Government Printing Office. Congressional Record Extension of Remarks. June 20, 1986 to July 14, 1986; Vol.132(Part 11):14862 https://www.gpo.gov/fdsys/pkg/GPO-CRECB-1986-pt11/pdf/GPO-CRECB-1986-pt11-1-2.pdf

febrero 13, 2017 Myths