Manejo de la diabetes y de la glucosa en la sangre

Manejo de la diabetes y de la glucosa en la sangre

Asesora ante el Consejo del Control de Calorías

La diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2 tienen diferentes etiologías, pero estas dos afecciones comparten metas similares de terapia nutricional médica para ayudar a manejar la enfermedad y reducir las potenciales complicaciones de un mal control de la glucemia, los lípidos y la presión arterial. Las pautas de la práctica nutricional basadas en la evidencia son esenciales para que los proveedores de atención médica provean las mejores intervenciones a fin de alcanzar estas metas. Estas pautas se basan las recomendaciones de expertos en diabetes que revisan periódicamente la literatura científica a fin de descubrir los estudios nuevos sobre los factores dietarios que afectan la diabetes, y luego califican la solidez de cada estudio para sopesar su impacto en la aplicación clínica. A continuación, se proveen las recomendaciones de tres asociaciones profesionales sobre el uso de los edulcorantes no nutritivos (nonnutritive sweeteners, NNS), como el aspartamo.

Recomendaciones sobre la terapia nutricional para el manejo de los adultos con diabetes“(2013); Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA)

“El uso de NNS tiene el potencial de reducir la ingesta general de calorías y de carbohidratos si sustituyen a edulcorantes calóricos sin que se compense con la ingesta de calorías adicionales de otras fuentes alimentarias”.
La primera pauta que se incluye en este informe es “promover y apoyar patrones de alimentación saludables, poniendo énfasis en una variedad de alimentos con fuerte valor nutritivo en porciones de tamaño adecuado para mejorar la salud general”. Anima a los profesionales de la salud a abordar las necesidades nutricionales individuales de cada persona, así como sus preferencias personales y culturales, el acceso a opciones alimentarias saludables y otros obstáculos para el cambio de comportamientos alimentarios para cumplir con este objetivo. Las pautas también señalan que no existe un patrón de alimentación único que sirva para todas las personas con diabetes y recomienda mantener el gusto por la comida al ofrecer mensajes positivos sobre la elección de alimentos, “limitando lo que se elija comer solo cuando lo indique la evidencia científica”. En relación con el uso de edulcorantes no nutritivos (NNS) y edulcorantes hipocalóricos, la recomendación declara:

“El uso de NNS tiene el potencial de reducir la ingesta general de calorías y de carbohidratos si sustituyen a edulcorantes calóricos sin que se compense con la ingesta de calorías adicionales de otras fuentes alimentarias”.

En un estudio realizado por Tate et ál., se señala otro posible beneficio de los NNS para las personas con diabetes, que apoya los objetivos de la ADA. Cuando en el estudio CHOICE se remplazaron las bebidas calóricas con bebidas no calóricas o agua con fines de reducción de peso, se halló que aquellos en el grupo de bebidas dietéticas (que contenían NNS) tuvieron una mayor reducción de ingesta calórica que aquellos en el grupo del agua. Los autores concluyeron que el uso de bebidas dietéticas podría apoyar una mayor adherencia a los patrones dietarios recetados al mejorar el sabor y el disfrute de los alimentos y las bebidas.

Evidencia para la terapia nutricional médica en la diabetes tipo 1 y 2 en adultos“, por Franz et ál. (2008); Asociación Dietética Americana (cuyo nombre cambió a Academia de Nutrición y Dietética en el 2012)

Si las personas con diabetes eligen consumir productos que contienen NNS aprobados por la FDA, a niveles que no exceden las ADI (ingestas diarias aceptables), el RD debería avisarles que tales productos podrían contener energía y carbohidratos de otras fuentes, que se deben tener en cuenta. Sin embargo, las investigaciones informan que la ingesta de NNS no produce cambios en la respuesta glucémica”.
Un panel experto de dietistas registrados (registered dietitians, RD) llegó a conclusiones sobre 29 recomendaciones, incluido el uso de NNS, luego de identificar ocho estudios con NNS que cumplían con los criterios predeterminados. Su recomendación sobre los NNS dice:

“Si las personas con diabetes eligen consumir productos que contienen NNS aprobados por la FDA, a niveles que no exceden las ADI (ingestas diarias aceptables), el RD debería avisarles que tales productos podrían contener energía y carbohidratos de otras fuentes, que se deben tener en cuenta. Sin embargo, las investigaciones informan que la ingesta de NNS no produce cambios en la respuesta glucémica”.

Declaración conjunta sobre “Edulcorantes no nutritivos: Uso actual y perspectivas para la salud“, por Gardner et ál. (2012); Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) y Asociación Americana de la Diabetes

La evidencia revisada parece indicar que cuando se usan de manera juiciosa, los NNS podrían facilitar una reducción en la ingesta de azúcares agregados, lo cual lleva a una menor energía total y a la pérdida/control del peso, y a la estimulación de efectos beneficiosos en los parámetros metabólicos relacionados. Sin embargo, estos potenciales beneficios no se materializarán completamente si hay un aumento compensatorio en la ingesta de energía proveniente de otras fuentes”.
El objetivo de esta investigación fue determinar si las NNS pueden facilitar la reducción de la ingesta de azúcares agregados en la dieta, a fin de ayudar a cumplir con los niveles recomendados propuestos por la AHA, la Organización Mundial de la Salud y las Pautas alimentarias para estadounidenses. La revisión de la literatura produjo pocos estudios que pudieran abordar esta pregunta específica, debido a desafíos en su diseño que afectaron la composición total de la dieta cuando se remplazaron los azúcares agregados con NNS; sin embargo, se revisaron otros temas pertinentes a los NNS, incluido el efecto que tienen en la diabetes y la respuesta glucémica. Su conclusión fue la siguiente:

«La evidencia revisada parece indicar que cuando se usan de manera juiciosa, los NNS podrían facilitar una reducción en la ingesta de azúcares agregados, lo cual lleva a una menor energía total y a la pérdida/control del peso, y a la estimulación de efectos beneficiosos en los parámetros metabólicos relacionados. Sin embargo, estos potenciales beneficios no se materializarán completamente si hay un aumento compensatorio en la ingesta de energía proveniente de otras fuentes”.

Además de la investigación detrás de estas pautas para la práctica clínica, se han realizado varias otras revisiones para evaluar el efecto de los NNS en el manejo de la glucosa en la sangre, en reconocimiento del hecho de que las personas con diabetes tienen más probabilidades de consumir NNS que aquellas sin diabetes. Se han realizado estudios sobre el aspartamo y las personas con diabetes desde el principio, y se han presentado como parte de su proceso de aprobación y vigilancia continua. Estos estudios fueron revisados por Butchko et ál. en el 2002, quienes informaron que no se observaron efectos adversos por el aspartamo en los sujetos con diabetes. En estudios subsiguientes revisados por Magnuson et ál. en el 2007 se concluyó también que la ingestión de aspartamo por personas con diabetes y personas sin diabetes no tuvo efecto en la homeostasis de la glucosa en la sangre.

En general, la gran mayoría de los estudios no muestra que la ingesta IS (intensa de edulcorantes) tuviera ningún efecto en las concentraciones de la insulina o la glucosa en la sangre, medidas con el estómago vacío o luego de una comida de prueba, en sujetos sanos o con diabetes. Algunos estudios informaron un modesto aumento en la secreción de GLP-1 [péptido similar al glucagón tipo 1] *, pero sin repercusiones en la secreción de insulina ni en las concentraciones de glucosa en la sangre. El consumo IS no tiene ningún efecto en los parámetros de la glucosa en la sangre a corto y mediano plazo en sujetos sanos o con diabetes”.
Bruyere et ál. hicieron en el 2015 una revisión robusta de la literatura relativa a los efectos a corto plazo (menos de una semana) que tenía el consumo intenso de edulcorantes (intense sweetener, IS) en la homeostasis de la glucosa en sujetos sanos y personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. La revisión incluyó 31 ensayos clínicos y dos revisiones, y llegaron a las siguientes conclusiones.

“En general, la gran mayoría de los estudios no muestra que la ingesta IS (intensa de edulcorantes) tuviera ningún efecto en las concentraciones de la insulina o la glucosa en la sangre, medidas con el estómago vacío o luego de una comida de prueba, en sujetos sanos o con diabetes. Algunos estudios informaron un modesto aumento en la secreción de GLP-1 [péptido similar al glucagón tipo 1] *, pero sin repercusiones en la secreción de insulina ni en las concentraciones de glucosa en la sangre. El consumo IS no tiene ningún efecto en los parámetros de la glucosa en la sangre a corto y mediano plazo en sujetos sanos o con diabetes”.

* GLP-1 es una hormona gastrointestinal que suele aumentar la secreción de insulina, hacer más lento el vaciado gástrico y reducir la secreción de glucagón.

Las investigaciones que sostengan que hay una asociación entre los NNS y la diabetes deben ser evaluadas y comparadas con este cuerpo de evidencia existente. No hay justificación para hacer cambios en las pautas de la práctica nutricional sobre el uso de NNS por personas con diabetes que se basen en estudios observacionales, ya que no prueban una causalidad y no han podido descartar que haya factores de confusión, tal como informaron Romo-Romo et ál. (2016). Su revisión de los efectos de los NNS en las enfermedades metabólicas, e incluso en el metabolismo de la glucosa, halló que los estudios que sostenían una asociación entre la ingesta de edulcorantes de bajas calorías y la diabetes tipo 2 no pudieron descartar a los mayores índices de masa corporal, los antecedentes familiares de diabetes y los otros cambios en el estado de salud como factores de confusión. Además, muchos de los estudios no distinguieron a los diferentes edulcorantes de bajas calorías consumidos, solo evaluaron la ingesta de “gaseosa dietética” y no la de edulcorantes de mesa o de alimentos hechos con edulcorantes de bajas calorías; tampoco registraron cuándo comenzó el uso de NNS en relación con otros comportamientos de dieta o con cambios en el peso corporal. Asimismo, encontraron que los resultados de algunos ensayos clínicos que mostraban que los NNS tenían efecto en el metabolismo de la glucosa eran contradictorios debido a que no mencionaron ni hicieron ajustes por las variables de confusión en los estudios.

En su discusión, Romo-Romo et ál. indican que no hay disponibles ensayos clínicos controlados, aleatorizados, en seres humanos, que expliquen los mecanismos que podrían causar cambios en el metabolismo de la glucosa luego de la exposición a largo plazo de las personas a NNS. Con base en la evidencia revisada, sin embargo, concluyen que los NNS se pueden considerar una herramienta útil en el tratamiento nutricional de ciertas enfermedades metabólicas, incluida la diabetes, como sustitutos del azúcar, siempre que las cantidades consumidas estén dentro de las ADI y no se compensen las calorías con otros alimentos.

Las personas con diabetes que busquen información para obtener orientación adicional sobre los edulcorantes de bajas calorías pueden consultar las páginas ¿Qué puedo comer? y ¿Qué puedo beber? que provee la ADA.

Referencias Ciatadas

American Diabetes Association. Standards of medical care in diabetes–2013Diab Care. 2013;36(Suppl 1):S11–66 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23264422

Bruyere O et al. Review of the nutritional benefits and risks related to intense sweeteners. Arch Pub Health. 2015;73:41-51 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4590273/

Butchko HHet al. Aspartame: Review of Safety. Regul Toxicol Pharmacol. 2002 Apr;35(2 Pt 2):S1-93 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12180494

Evert AB, et al. Nutrition Therapy Recommendations for the Management of Adults With Diabetes. Diab Care. 2013;36:3821-3842 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24107659

Franz MJ et al. The evidence for medical nutrition therapy for type 1 and type 2 diabetes in adultsJ Am Diet Assoc. 2010;110:1852–89 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21111095

Gardner C et al. Nonnutritive Sweeteners: Current Use and Health Perspectives. A Scientific Statement from the American Heart Association and the American Diabetes Association. Diab Care. 2012;35:1798-1808 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22777177

Magnuson BA, et al. Aspartame: a safety evaluation based on current use levels, regulations, and toxicological and epidemiological studies. Crit Rev Toxicol. 2007;37(8):629-727 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17828671

Romo-Romo A, et al. Effects of the Non-Nutritive Sweeteners on Glucose Metabolism and Appetite Regulating Hormones: Systematic Review of Observational Prospective Studies and Clinical Trials. Holscher C, ed. PLoS ONE. 2016;11(8):e0161264. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27537496

Tate DF et al. Replacing caloric beverages with water or diet beverages for weight loss in adults: Main results of the Choose Healthy Options Consciously Everyday (CHOICE) randomized clinical trial. Am J Clin Nutr. 2012;95(3):555-563 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22301929

febrero 13, 2017 Sin categorizar