Manejo de Peso

Manejo de Peso

By the Calorie Control Editorial Team

Sin embargo, una revisión de las investigaciones muestra que los edulcorantes de bajas calorías podrían ser uno de los elementos que ayudan a las personas a bajar y a manejar su peso.
Las preguntas sobre el papel que cumple el aspartamo en el manejo de peso siguen provocando polémica, incluso después de más de 30 años de uso como alternativa de los edulcorantes nutritivos. Si se lo analiza desde el nivel más básico, un compuesto que provee muy pocas o nada de calorías no puede llevar al aumento de peso, y si se usa en la dieta, en lugar de otras fuentes de energía, debería causar la pérdida de peso. Aquellos que desafían esta teoría simplista sostienen que existe un mecanismo subyacente mediante el cual los edulcorantes no nutritivos (nonnutritive sweeteners, NNS) podrían desencadenar un aumento en el apetito y la ingesta alimentaria, un cambio en las hormonas que regulan la saciedad o una disrupción en el microbioma intestinal que puede dar lugar a mayor apetito, una ingesta alimentaria compensatoria y al aumento de peso. Si bien ninguna de estas teorías ha sido comprobada clínicamente, su mayor debilidad es que consideran que todos los NNS tienen el mismo efecto en el cuerpo, a pesar de ser compuestos químicos diferentes y que cada uno se metabolice de manera diferente. Sin embargo, una revisión de las investigaciones muestra que los edulcorantes de bajas calorías podrían ser uno de los elementos que ayudan a las personas a bajar y a manejar su peso.

La generalización de todos los edulcorantes

Los críticos de los NNS a menudo generalizan los hallazgos negativos sobre los efectos de un edulcorante en particular para sugerir que todos los demás producen los mismos efectos. No reconocer al edulcorante no nutritivo (NNS) específico que se haya usado en un estudio y considerar que todos surten el mismo efecto tras el consumo, confunde la interpretación de las investigaciones disponibles. La obesidad es una enfermedad compleja con diversas etiologías y con nuevas teorías de causalidad constantes. Como resultado, los estudios sobre la eficacia de los NNS en general, y del aspartamo en particular, como intervención para la pérdida de peso encaran muchos desafíos.

Los estudios en animales no son un equivalente de los efectos en los seres humanos

El uso de modelos con animales para probar el efecto de los NNS en la pérdida de peso puede proporcionar orientación sobre los mecanismos que podrían afectar el hambre y el apetito y ofrecer una forma de comparar dietas de diferentes composiciones macronutrientes, pero no puede replicar el comportamiento idiosincrático del comer de los seres humanos. Las preferencias personales, los significados culturales de los alimentos, los patrones de alimentación socialmente reforzados y muchos otros factores relacionados con los ingresos, el nivel de estudios, la disponibilidad de alimentos y el estilo de vida influyen en las decisiones alimentarias que las personas toman a diario, y hacen que los resultados de los estudios con animales sean de limitada aplicabilidad.

El punto débil de las investigaciones: el recuerdo subjetivo

Los estudios que se basan en recoger y analizar la información de ingesta alimentaria obtenida de la población están constreñidos por la naturaleza subjetiva de los datos que obtienen. La mayoría de las personas tienen dificultad para recodar e informar con precisión todo lo que comen y beben, ya sea por 24 horas o dos semanas, y la información provista depende de estimaciones sobre el tamaño y los componentes de las comidas, en un mundo en el que no hay dos pizzas que sean iguales. También es probable que las personas editen la información sobre lo que comieron y bebieron debido a nociones preconcebidas de lo que es adecuado, y no hay forma de validar la información que provean. El uso de historias alimentarias retrospectivas para analizar el consumo de alimentos y bebidas que contienen NNS, incluido el aspartamo, comparte todas estas limitaciones, además de la dificultad añadida de tener que capturar los cambios en el tipo, el volumen y la frecuencia de los alimentos que se consumen a lo largo de la vida.

Los desafíos de proyectar los resultados de estudios en una población entera

Los ensayos clínicos diseñados para producir pérdida de peso en los seres humanos son la mejor manera de evaluar la eficacia de una intervención, pero estos estudios también tienen desafíos en cuanto a su ejecución. Existen diferencias individuales en los índices metabólicos basales y las necesidades energéticas según la edad, sexo, composición corporal, actividad física, sueño, temperatura externa y estado de salud, que no se pueden controlar. Como resultado, habrá diferencias en la forma en que dos personas dadas digieran y metabolicen la energía y los nutrientes de dos comidas idénticas. Por otro lado, las personas se sienten motivadas a comer por diferentes señales fisiológicas, emocionales, sociales y ambientales. Wansink and Chandon (2014) informan que la cantidad que se come en una ocasión cualquiera puede ser influenciada por el tamaño y el color del plato, así como por la iluminación de la sala, el ruido ambiental, la cantidad de comida disponible y con quién se esté comiendo, entre muchos otros factores. La mayoría de estas variables pueden ser controladas durante periodos cortos en ensayos clínicos, pero son virtualmente imposibles de controlar, durante ningún tiempo, en una población que vive libremente.

Los ensayos controlados aleatorizados muestran que los NNS reducen la ingesta de energía y el peso corporal

Debido a estos problemas de metodología persistentes, la información más creíble sobre el rol que tienen los NNS, como el aspartamo, en la ingesta de energía y el peso corporal debe recabarse de la preponderancia de evidencia obtenida de metaanálisis y revisiones sistemáticas de ensayos controlados aleatorizados de corto plazo e intervención sostenida. Rogers et ál. (2016) hicieron justamente eso, y reportaron que los estudios de intervención en seres humanos, con distintos diseños, entornos y poblaciones (incluidos niños y adultos, hombres y mujeres, y grupos de personas con poco peso, sobrepeso y obesidad), mostraron que el peso de la evidencia está a favor de consumir NNS en lugar de azúcar para ayudar a reducir la ingesta de energía y el peso corporal. No encontraron evidencia alguna, a partir de los estudios de corto plazo o intervención sostenida en seres humanos, de que los NNS aumenten la ingesta de energía. Estos hallazgos están respaldados, más recientemente, por el trabajo de Zheng 2015, Bellisle 2015, Miller-Perez 2014 y Mattes 2009. En estudios que usaron NNS como parte de un programa de dieta controlada y ejercicio también se mostró su eficacia para reducir la ingesta de energía y el peso corporal, tal como muestran Peters 2016, Peters 2014, Catenacci 2014 Tate 2012, Phelan 2009 y De La Hunty 2006.

No se le puede dar mucho peso a las investigaciones epidemiológicas que sostienen una asociación entre el consumo de NNS o bebidas edulcoradas con NNS y un aumento de peso en los seres humanos, según Rogers et ál. (2016) y Pereira (2014), debido a las características y los comportamientos intrincados de la población que no pueden controlarse en estos estudios, según se describe anteriormente. Asimismo, presentan la fuerte probabilidad de causalidad reversa, mediante la cual el aumento de peso o la predisposición médica son la razón por la que se comenzó a usar NNS y no el resultado. Rogers, et ál. y Pereira también señalan que los estudios epidemiológicos se hacen para ayudar a elaborar hipótesis que se puedan probar en estudios clínicos más controlados, pero que no establecen causalidad.

Las investigaciones epidemiológicas pueden ayudar

Drewnowski y Rehm (2014) proporcionan un ejemplo de cómo las investigaciones epidemiológicas pueden mejorar nuestro entendimiento de los NNS y el manejo de peso. Estos investigadores analizaron la calidad de la dieta y los comportamientos relacionados con la salud (actividad física, consumo de cigarrillos y consumo de alcohol) de los consumidores de bebidas y alimentos que contenían edulcorantes de bajas calorías (low-calorie sweetened, LCS) y edulcorantes de mesa de bajas calorías en comparación con los de aquellos no los consumían. Los datos que usaron son los de una muestra representativa de más de 22,000 adultos, de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey, NHANES; 1999-2008), y se evaluó la calidad de la dieta usando el Índice de alimentación saludable 2005. Hallaron que los comportamientos de salud de los consumidores de LCS diferían de los comportamientos de los no consumidores en varias formas que no se habían observado previamente, e incluyeron tener dietas de calidad significativamente más altas en todas las categorías de LCS. Los consumidores de LCS eran también menos sedentarios, hacían más ejercicio, fumaban menos y tenían niveles más altos de estudios y de ingresos que los no consumidores.

Declaraciones de la Academia de Nutrición y Dietética

Las preguntas sobre los NNS y el manejo del peso también se han abordado en la Declaración de posición sobre el uso de edulcorantes nutritivos y no nutritivos, publicada por la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics, AND), con fecha de última actualización en 2012. Incluye una revisión sistemática de la literatura científica, realizada con el proceso de análisis de evidencia de la Academia y con información de la Biblioteca de Análisis de Evidencia (Evidence Analysis Library, EAL) de la Academia, para identificar las preguntas relacionadas con la práctica y brindar una declaración de conclusión para cada pregunta. Tres de las preguntas trataban específicamente sobre el consumo de aspartamo por niños y adultos y sobre sus efectos en el apetito o la ingesta de alimentos y el equilibrio energético (peso). Las conclusiones fueron las siguientes:

En los adultosEl uso de aspartamo y productos edulcorados con aspartamo como parte de un programa integral de pérdida o mantenimiento de peso puede asociarse con una mayor pérdida de peso en las personas y puede ayudarlas con el mantenimiento del peso a lo largo del tiempo”. Grado I = Bueno

En los adultos “Hay buena evidencia de que el aspartamo no afecta el apetito ni la ingesta de alimentos”. Grado I = Bueno

En los niños “Según evidencia limitada, el consumo de aspartamo afecta el apetito y la ingesta de alimentos en los niños. En la actualización del 2009 no se hallaron estudios nuevos que cumplieran con los criterios de inclusión para esta pregunta… El grupo de trabajo del 2009 coincide con la conclusión formulada por el grupo de trabajo sobre el aspartamo (2008)”.
Grado III = Limitado

La Posición sobre las intervenciones para el tratamiento de sobrepeso y obesidad en adultos, 2016, de la AND provee más respaldo al uso de edulcorantes no nutritivos, como el aspartamo, para la reducción y el mantenimiento de peso. En este documento se enfatiza que, debido a que hay varios enfoques dietarios que pueden reducir la ingesta de energía, es importante tener en cuenta las preferencias y el estado de salud y nutricional del cliente cuando el dietista nutricionista registrado (registered dietitian nutritionist, RDN) recete una intervención dietaria para el tratamiento de la obesidad. El uso de aspartamo puede ayudar a cumplir este objetivo al reducir el contenido calórico de los alimentos y las bebidas mientras considera su sabor y disfrute.

Recomendación de la EAL: “Para la pérdida y el mantenimiento de peso, el RDN debe incluir los siguientes componentes como parte de un programa integral de manejo de peso: dieta de calorías reducidas, aumento de cantidad de actividad física, uso de estrategias conductuales”. Calificación: fuerte, imperativo

Recomendación de la EAL: “Para la pérdida de peso, el RDN debe avisarles a los adultos con sobrepeso u obesidad que, siempre que se logre la reducción objetivo en el nivel de calorías, hay muchos enfoques dietarios diferentes eficaces”. Calificación: fuerte, imperativo

Recomendación de la EAL: “Durante el mantenimiento de peso, el RDN debe recetar una dieta individualizada (que incluya las preferencias y el estado de salud del cliente) a fin de mantener la nutrición adecuada y reducir la ingesta calórica para el mantenimiento de un peso corporal más bajo”. Calificación: fuerte, imperativo

La respuesta más importante a las preguntas persistentes sobre los NNS (o el aspartamo) y el manejo de peso es que los NNS no son drogas, son una herramienta, y los consumidores que los usan mientras siguen una dieta balanceada y hacen una cantidad adecuada de actividad física pueden manejar su peso exitosamente.

Cited References

Bellisle F. Intense Sweeteners, Appetite for the Sweet Taste, and Relationship to Weight Management. Curr Obes Rep. 2015;4:106-110 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4438179/

Catenacci V. et al. Low/No Calorie Sweetened Beverage Consumption in the National Weight Control Registry. Obesity. 2014;22(10):2244-2251 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25044563

De La Hunty A, Gibson S, Ashwell M. A review of effectiveness of aspartame in helping with weight control. Nutr Bull. 2006;31(2):115-128 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1467-3010.2006.00564.x/abstract

Drewnowski A, Rehm C. Consumption of Low-Calorie Sweeteners among U.S. Adults Is Associated with Higher Healthy Eating Index (HEI 2005) Scores and More Physical Activity. Nutrients. 2014;6(10):4389-4403. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25329967

Fitch C, Keim KS. Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Use of Nutritive and Nonnutritive Sweeteners. J Acad Nutr Diet. 2012;112(5):739-758 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22709780

Mattes RD, Popkin BM. Nonnutritive sweetener consumption in humans: effects on appetite and food intake and their putative mechanisms. Am J Clin Nutr.2009;89(1):1-14 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2650084/

Miller PE, Perez V. Low-calorie sweeteners and body weight and composition: a meta-analysis of randomized controlled trials and prospective cohort studies. Am J Clin Nutr. 2014;100(3):765-77. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24944060

Pereria MA. Sugar-sweetened and artificially sweetened beverages in relation to obesity risk. Adv Nutr. 2014;5(6):797-808 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25398745

Peters JC, et al. The effects of water and non-nutritive sweetened beverages on weight loss during a 12 week weight loss treatment program. Obesity.2014; 22:1415–1421. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24862170

Peters JC, et al. The effects of water and non-nutritive sweetened beverages on weight loss and weight maintenance: A randomized clinical trial. Obesity .2016;24(2):297-304. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26708700

Phelan S, Lang W, Jordan D, Wing RR. Use of artificial sweeteners and fat-modified foods in weight loss maintainers and always-normal weight individuals. Int J Obes. 2009 Oct;33(10):1183-90 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2771213/

Raynor HA, Champagne CM. Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Interventions for the Treatment of Overweight and Obesity. J Acad Nutr Diet.2016;116:129-147 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26718656

Rogers PJ, et al. Does low-energy sweetener consumption affect energy intake and body weight? A systematic review, including meta-analyses, of the evidence from human and animal studies. Int J Obes. 2016;40(3):381-94. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26365102

Tate DF, et al. Replacing caloric beverages with water or diet beverages for weight loss in adults: Main results of the Choose Healthy Options Consciously Everyday (CHOICE) randomized clinical trial. Am J Clin Nutr. 2012;95(3):555-563 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22301929

Wansink B. Chandon P. Slim by Design: Redirecting the Accidental Drivers of Mindless Overeating. J Cons Psych.2014;24:413-431 http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1057740814000291

Zheng M, et al. Substitution of Sugar-Sweetened Beverages with Other Beverage Alternatives: A Review of Long-Term Health Outcomes. J Acad Nutr Diet. 2015;115:767-779 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25746935

febrero 13, 2017 Myths, Sin categorizar